INTIA ha presentado al sector cerealista de Navarra las experiencias que está desarrollando en diferentes zonas para analizar las distintas técnicas agrarias que favorezcan una mejor productividad de los cultivos. La región ha logrado una de las mejores campañas de los últimos 32 años.

En total, INTIA está realizando más de 150 ensayos repartidos por distintas zonas agroclimáticas de secano fresco en puntos como Cabanillas, Tafalla, Ilundáin o Valle de Egües. La sociedad pública dio a conocer a un centenar de personas parte de los 35 ensayos en cultivos extensivos que se están realizando en una superficie de 9 hectáreas en Azpa. Estos ensayos se centran en comparar distintas variedades de guisante y de trigo y cebada en extensivos, dentro del proyecto europeo IntercropValues, así como en analizar las estrategias de control de plagas y enfermedades. En cuanto a fertilización, hay dos ensayos en marcha: el primero, dedicado a estudiar la eficiencia respecto al uso del nitrógeno de diferentes variedades de trigo; el segundo trata de probar las efectividades de distintos bioestimulantes en este tipo de cultivos.

INTIA se encarga de analizar el comportamiento de más de trescientas variedades diferentes en trigo y otros cultivos extensivos como cebada, avena, oleaginosas o leguminosas. Algunas de estas pruebas se enmarcan en el proyecto LIFE NAdapta, que investiga las estrategias de adaptación al cambio climático. Con los resultados del estudio de estas variedades, se trasladan al sector cerealista una serie de recomendaciones para la siguiente campaña en una jornada que previsiblemente se celebrará el 1 de agosto en Olite / Erriberri.

El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mª Aierdi, y la directora gerente de INTIA, Natalia Bellostas, asistieron a la jornada de puertas abiertas en Azpa. “La transferencia del conocimiento y de la investigación al sector es esencial. En este caso, estamos hablando de que los ensayos llevados a cabo por INTIA permiten conocer qué variedades se adaptan mejor ante el cambio climático y, por lo tanto, es una medida muy interesante para acompañar al sector cerealista y ayudar en la toma de decisiones a la hora de planificar los cultivos para que la producción resulte más rentable”, señaló Aierdi.

INTIA ha realizado más de 150 ensayos para mejorar la productividad del cereal

La campaña del cereal ha estado marcada en Navarra por tres circunstancias climáticas que han tenido su distinta repercusión en función de las tres zonas: sur, media o baja montaña. En primer lugar, una pluviometría importante en otoño-invierno, que ha podido favorecer especialmente en los cultivos de la zona sur de Navarra. En segundo lugar, las temperaturas elevadas registradas a principios de la primavera, que han contribuido al adelanto de ciclo y a un crecimiento más rápido que el habitual en esa época del año. Y, por último, las precipitaciones caídas en un mes de mayo más húmedo de lo normal, que han despejado las incógnitas que en años recientes sobrevolaban en el sector agrícola en estas fechas, con un aspecto extraordinario especialmente en la zona media. “Me atrevería a decir que estaríamos ante una de las mejores cosechas de los últimos 32 años en cuanto a productividad”, aseguró Jesús Goñi, coordinador de experimentación agrícola de INTIA, quien hace balance por zonas: “En el sur o La Ribera ha sido un año medio. En la zona media, el año ha sido muy bueno, rozando el extraordinario, y en zona de baja montaña estaríamos hablando de un año muy bueno”, señaló Goñi, que añade que habrá zonas del prepirineo penalizadas que arrojarán peores resultados.

“No es casualidad que en Navarra la línea de tendencia en producción total vaya al alza en un escenario de reducción de superficie agrícola. Es evidente que la recomendación de variedades y manejos que realizamos cada año es acertada y que la genética de los materiales se traduce en un incremento de productividad y en una mayor sostenibilidad de las producciones”, afirmó Bellostas. INTIA es el único instituto técnico del país que antes del inicio de cada campaña realiza una recomendación de variedades al sector cerealista, a lo que se añade un acompañamiento técnico durante la campaña para asegurar la productividad y sostenibilidad de los cultivos.