Debido a su alto nivel de eficacia, modo de acción único y específico, ausencia de residuos y alta compatibilidad con otros productos y técnicas, los virus entomopatógenos presentan un alto potencial para ser incorporados como una herramienta clave en la gestión integrada de plagas.
Gracias al esfuerzo realizado en el desarrollo de nuevos productos y estrategias en campo durante los últimos años, se abren nuevas oportunidades en el control de plagas hortícolas al aire libre y en invernadero, obteniéndose eficacias elevadas, sin aumentar la carga de residuos y sin riesgo alguno de afectar a la fauna auxiliar.
Los virus de la poliedrosis nuclear o nucleopoliedrovirus (NPV) pertenecen a los baculovirus, la familia de virus entomopatógenos más estudiada. La gran mayoría de estos virus infectan casi exclusivamente a unas pocas especies de lepidópteros y están presentes de forma natural en muchas poblaciones de esos insectos (OECD 2002).
Los NPV están encapsulados de forma natural por un cuerpo de inclusión poliédrico hecho de proteínas que protege las partículas virales de influencias ambientales desfavorables, tal como los rayos UV (Rohrmann, 2013). Las partículas virales pueden persistir en suelos, protegidos de la radiación solar, durante meses en forma inactiva. Sin embargo, para replicarse los NPV necesitan su huésped específico, dado que no tienen un metabolismo propio.