ALMENDRO

 

OBSERVACIONES:

• Algunas estaciones de avisos advierten que los informes y avisos emitidos se encuentran afectados por las limitaciones en la gestión del trabajo de los técnicos de campo y el resto de las personas implicadas en la elaboración de los mismos, limitación derivada de la aplicación del RD 463/2020 del Estado de Alarma Nacional, a consecuencia de la pandemia generada por el COVID-19.

 

• Los avisos proceden de las distintas Comunidades Autónomas desde las que se emiten, por lo que las fechas de desarrollo de las distintas plagas y enfermedades de las que se informa han de adaptarse a cada realidad autonómica.

 

AVISPILLA DEL ALMENDRO (Eurytoma amygdali Enderlein)

(Copia reducida y adaptada de Lozano Tomás, C. Mª, Pardo Modrego, A. P. y Núñez Seoane, E. 2018).

La avispilla del almendro, Eurytoma amygdali Enderlein, es un himenóptero de la familia Eurytomidae considerado una de las plagas más graves del almendro, especialmente en países del sureste de Europa, Oriente Medio y la antigua Unión Soviética. La primera detección en nuestro país tuvo lugar en Castilla-La Mancha (Albacete) en 2010.

En las variedades más susceptibles, de cáscara blanda, esta plaga puede llegar a causar pérdidas de hasta el 90% de la producción. La única especie huésped es el almendro.

En primavera, en los meses de abril y mayo, tras el apareamiento, las hembras utilizan su largo ovopositor para introducir los huevos en el interior de los frutos. Los huevos son blanquecinos, de forma arriñonada y con un filamento largo mediante el cual se anclan al tegumento del fruto. Se han encontrado hasta siete huevos en el interior de una sola almendra, aunque, solo una larva o, excepcionalmente dos, sobreviven. Tras la eclosión, las larvas, ápodas y de color blanquecino, se alimentan de las almendras hasta completar su desarrollo entre los meses de julio y agosto. Es en ese momento cuando los frutos atacados suelen presentar un aspecto deshidratado y un color pardo-grisáceo y, en su interior, la almendra puede aparecer ya casi totalmente consumida. Las larvas, que en esta época miden unos 10 mm, dejan de alimentarse y entran en fase de diapausa, adoptando un color grisáceo característico. Los frutos con daños permanecen en el árbol tras la recolección y durante el otoño van adquiriendo un color negruzco, provocado por el crecimiento de hongos sapróftos. En torno al mes de noviembre, tras una expulsión masiva de excrementos, las larvas adoptan un color blanco y entran en la segunda etapa de la diapausa.

En nuestras condiciones, la mayoría de la población está ya en fase de pupa entre finales de febrero y principios de marzo. Las pupas, que en un principio son blancas, se van oscureciendo progresivamente hasta adquirir un color totalmente negro. Los primeros adultos completamente formados dentro de las almendras aparecen entre finales de marzo y mediados de abril, según las condiciones climáticas. Perforan con sus mandíbulas la cáscara de la almendra realizando un orifcio circular de 1-2 mm de diámetro, a través del cual salen al exterior. La fecha de la emergencia de los primeros adultos, siempre machos, varía de un año a otro, dependiendo de las zonas y condiciones climáticas. Las primeras hembras aparecen 5-7 días después de los primeros machos. La emergencia de adultos es escalonada y suele prolongarse unas 4 semanas.

El apareamiento y la puesta de huevos tienen lugar muy poco tiempo después de la aparición de las primeras hembras. Eurytoma amygdali tiene una única generación al año, aunque hay una pequeña parte de la población que puede permanecer en fase de diapausa y completar su ciclo en dos o más años.

Aunque, en algunas variedades la plaga puede provocar una caída prematura del fruto, lo más habitual es que el daño consista en el consumo de las almendras por parte de las larvas.

Los primeros síntomas suelen aparecer en torno a los meses de junio y julio y se van agudizando hasta la fecha de la recolección en el mes de septiembre. Las almendras con larvas de Eurytoma suelen presentar en esta época un aspecto deshidratado y un color pardo o grisáceo y, a veces, una gota de goma en el punto donde la hembra insertó el ovopositor para depositar el huevo. Estas almendras están fuertemente unidas a las ramas, de forma que no se desprenden durante la recolección.

A medida que avanza el otoño se van oscureciendo, hasta llegar a adoptar un color totalmente negro (frutos momificados), debido al crecimiento de hongos saprófitos. Cuando se produce la emergencia de los adultos en la primavera siguiente, estas almendras, negras y ya con el orificio de salida, permanecen unidas a las ramas, incluso después de que tenga lugar la siguiente recolección. Por ello, durante el otoño e invierno, es habitual encontrar en los árboles una mezcla de almendras negras con y sin orificio de salida, según hayan sido atacadas en la primavera de la última campaña o en la precedente. La presencia de este tipo de almendras, negras y con un orificio circular de 1-2 mm de diámetro, es uno de los síntomas más característicos de la presencia de E. amygdali.

Terapéutica:

Como método de prevención, es indispensable retirar y destruir, antes de la primavera, las almendras momificadas que han quedado en los árboles tras la recolección. En zonas donde la plaga está muy extendida, esta práctica es efectiva únicamente si es aplicada en áreas extensas.

Los tratamientos químicos deben ir orientados al control de los adultos. Resultan totalmente ineficaces para el control de las larvas, ya que estas permanecen durante todo su desarrollo protegidas en el interior de las almendras. Para que estos tratamientos sean efectivos, resulta imprescindible aplicarlos pocos días después de la emergencia de los primeros adultos en campo y, por ello, es de vital importancia detectar cuándo tiene lugar esta emergencia.

Las fechas en las que aparecen los primeros adultos varían de un año a otro, dependiendo de las condiciones climáticas, esto hace indispensable instalar, en cada campaña, trampas de emergencia en campo para detectar la salida de los adultos. Las trampas no deben instalarse mucho antes de que tenga lugar la salida de los primeros adultos.

 

ORUGETA DEL ALMENDRO (Aglaope infausta L.)

Aglaope infausta L. es una especie del orden Lepidoptera que vive sobre numerosas especies de frutales, formando plagas con bastante frecuencia sobre almendro.

Hoja de almendro comida por el parásito. Autor del dibujo: © Diego Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

Los árboles parasitados tienen, al principio, las hojas comidas en una sola de sus caras, normalmente el envés, pero a medida que el insecto se va desarrollando se va comiendo toda la hoja, pudiendo defoliarse todo el árbol.

Inverna este insecto resguardado dentro de un capullo en forma de oruga. Al llegar la primavera comienza su alimentación en las hojas. Una vez completado su desarrollo teje un capullo y crisalida en las axilas de las hojas o entre las rugosidades de la corteza, fenómeno que en España suele ocurrir al comienzo del verano. Formados los adultos, las hembras fecundadas hacen la puesta en plastones, y, en julio, las oruguitas jóvenes se ven alimentarse de las hojas. Cuando llega el calor fuerte, en el mes de agosto, las orugas buscan refugio dentro de un capullo y permanecen así hasta la primavera siguiente.

Terapéutica:

Para evitar las plagas de este insecto parece recomendable proteger la vegetación cuando se observen los primeros síntomas de la presencia del parásito en la plantación.

 

PULGONES (Distintas especies)

Aphis spiraecola Patch., Brachycaudus amygdalinus Sch. (Pulgón del almendro), Brachycaudus helichrysi Kalt.  (Pulgón verde del ciruelo), Brachycaudus persicae Pass., Hyalopterus pruni Geof., Myzus cerasi F.  (Pulgón negro del cerezo), Myzus persicae Sulz. (Pulgón verde del melocotonero),  Pterochloroides persicae Cholod. (Pulgón de las ramas del almendro)...son insectos del orden Homoptera capaces de parasitar al almendro y frutales de hueso, sobre los cuales,  frecuentemente, forman plagas.

La presencia de estos parásitos en las hojas produce el abarquillamiento o retorcimiento de las mismas, en cuyas cavidades buscan refugio las colonias de pulgones. Autor del dibujo: © José Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)	Forma áptera de Myzus persicae, de 2mm aprox., casi siempre de color verde. Autor del dibujo: © Diego Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

La manifestación más evidente de la presencia de estos insectos es un abarquillamiento o retorcimiento de las hojas, de tal forma que los brotes adquieren un aspecto arrepollado. Una observación cuidadosa de estos brotes permitirá descubrir, a simple vista, las colonias de pulgones. Consecuencia de este parasitismo puede ser la caída de hojas y frutos y un debilitamiento general del vegetal.

Los pulgones  constituyen el grupo de insectos más importante en la transmisión de virus.

Si se exceptúa Ptrechloroides persicae, cuyas colonias pueden permanecer toda su vida en árbol, generalmente estas especies realizan su ciclo completo en el árbol (hospedador primario) y en otros vegetales herbáceos (hospedadores secundarios). Los huevos puestos por las hembras en la base de las yemas de los almendros, en el otoño, pasan así el invierno hasta que, reiniciada su actividad con la llegada de la primavera, aparecen los primeros individuos que evolucionan a hembras adultas; éstas dan lugar a varias generaciones ápteras y aladas, de tal forma que la última de ellas emigra al hospedador secundario, en el cual se producen varias generaciones. La última de éstas da origen a hembras aladas que vuelven al árbol (hospedador primario) y generan los individuos sexuados, normalmente machos alados y hembras ápteras,  que hacen  la puesta de los huevos de invierno en la base de las yemas.

En las zonas templadas de la Península Ibérica,  algunos de estos pulgones pueden desarrollar, además del ciclo descrito entre los hospedadores herbáceo y arbóreo, generaciones ininterrumpidas de hembras partenogenéticas en el hospedador secundario.

Terapéutica:

Los tratamientos en plena vegetación se deben iniciar tan pronto se vean las primeras colonias  y antes de que se abarquillen las hojas. La aplicación de un específico autorizado a la caída de las hojas tiene como interés limitar o impedir la viabilidad de la puesta de invierno.

 

MINADORA DE BROTES Y FRUTOS (Anarsia lineatella Zeller)

Anarsia lineatella Zeller es una especie del orden Lepidoptera capaz de parasitar a especies frutales de hueso y almendros, en cuyas plantaciones forma plagas en algunas ocasiones.

La oruga de este insecto, de color rojizo y 16mm aprox. de longitud, tiene la cabeza oscura y bien diferenciada. Autor del dibujo: © José Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

La parte terminal del brote donde la larva del insecto se desarrolla se mustia y ennegrece, produciéndose una considerable exudación gomosa de tipo puntual. Los frutos parasitados adelantan la maduración y presentan, en las áreas externas correspondientes al desarrollo del insecto, pequeñas gotas de goma.

Inverna en estado de oruga en las rugosidades de la madera. Se activa al aparecer las primeras hojas y penetra en el brote por la extremidad, o en el fruto por la zona peduncular, en cuyo interior se desarrolla la oruga. Existe una generación en verano que, al estar lignificada la madera, penetra sólo en los frutos, y de cuya puesta salen las orugas que pasan el invierno resguardadas en la corteza de las ramas.

Terapéutica:

Para evitar las plagas de este insecto parece recomendable proteger la vegetación con un específico autorizado cuando se observen daños en brotes jóvenes correspondientes a la generación invernante.

 

FALSO TIGRE DEL ALMENDRO (Monosteira unicostata Mulsant)

Monosteira unicostata Mulsant es una especie del orden Hemiptera que parasita a numerosas especies de frutales, principalmente de hueso, y dentro de estas al almendro, en cuyas plantaciones forma plagas con mucha frecuencia.

El insecto, con los élitros finamente reticulados, de antenas amarillas y tamaño de 2mm aprox., aparece agrupado en colonias en el envés de las hojas parasitadas. Autor del dibujo: © José Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

Las hojas afectadas adquieren, al principio, un fino mosaico de puntos que va evolucionando a un color verde plomizo primero y amarillento después. En la superficie foliar se aprecia abundante melaza y en el envés de las hojas se pueden ver las colonias del insecto. Como consecuencia de lo anterior el árbol termina por sufrir una fuerte defoliación.

Inverna este insecto en forma de adulto en la corteza del árbol, la hojarasca e incluso el suelo. Cuando llega la primavera entra en actividad y se dirige a los brotes, reproduciéndose cuando las temperaturas son bastante suaves, en mayo, y ha desaparecido el riesgo de heladas. Tiene 3-4 generaciones al año.

Terapéutica:

La aplicación de un específico autorizado a la caída de los pétalos evita las primeras picaduras de las hembras invernantes. Posteriormente, antes de que aparezcan los adultos de la primera generación del año, fenómeno que en España suele ocurrir a final de primavera, también es recomendable proteger la vegetación con un específico.

 

BARRENILLOS (Distintas especies.)

Scolytus amygdali Guerin (Barrenillo del almendro), Scolytus rugulosus Müller, Xyleborus xylographus Say. son especies  del orden Coleóptera que viven sobre numerosas especies arbóreas entre las que se encuentran los frutales de hueso y el almendro, sobre los cuales forman plagas. La segunda de las especies citadas tienen un carácter parasitario bien definido, pudiendo instalarse sobre árboles sanos y vigorosos, mientras que las otras suelen parasitar al vegetal cuando éste se encuentra debilitado por una u otra causa.

Las ramas parasitadas aparecen mustias y deshidratadas, como si hubiesen sido arrasadas por el fuego. En la superficie de la madera se pueden observar unos acúmulos de serrín, que corresponden a la actividad de las larvas, y unos pequeños orificios, agrupados de tal forma que parecen el efecto de una perdigonada, y que son consecuencia de la salida de los adultos. En las ramas parasitadas se puede producir una exudación gomosa. Debajo de la corteza aparece una serie de galerías paralelas y perpendiculares muy bien labradas en la madera.

Las larvas de la primera de estas especies invernan como tales dentro de las ramas parasitadas. Cuando se aproxima la primavera realizan la pupación, y los adultos  salen a comienzos de primavera. Los adultos emergentes se introducen en las ramas y excavan una galería, y la hembra fecundada deposita los huevos a lo largo de ella; las larvas nacidas producen, a su vez, otras galerías perpendiculares a la que excavó su madre. Los nuevos adultos aparecen a mediados del verano y hacen la puesta en la madera, cuyas larvas se desarrollan durante el otoño y permanecen como tales durante el invierno. Las otras especies tienen un ciclo similar al descrito.

Terapéutica:

En las plantaciones donde se formen plagas de Barrenillos es recomendable proteger la vegetación con un específico autorizado a comienzos de primavera y en la segunda mitad del verano.

 

PODREDUMBRE PARDA O MONILIA (Monilia laxa (Ehrenb.) Sacc.)

Monilia laxa (Ehrenb.) Sacc. y Monilinia laxa (Aderhold et Ruhl.) Honey ex Whetzel son el anamorfo –orden Hyphales- y teleomorofo –Helotiales–, respectivamente, de un hongo capaz de provocar enfermedades en frutales de hueso y almendro, aislándose de flores y madera.

Las flores sufren un marchitamiento general que, a simple vista, pudiera parecer que los ovarios están maduros y se encuentran rodeados de despojos florales. Las ramas pueden resultar afectadas a partir de un ramo floral infectado, marchitándose toda la rama desde ahí hasta el extremo. En los tejidos infectados se observan las fructificaciones del hongo con aspecto de almohadillas o cojincillos grisáceos. También es frecuente la aparición de exudaciones gomosas en las ramas enfermas.

Marchitamiento floral indicativo de la presencia de la enfermedad. Autor del dibujo: © Diego Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

Estos hongos pasan el invierno entre las resquebrajaduras de la madera, yemas y frutos momificados de árboles que estuvieron enfermos en la campaña anterior. Al acercarse la primavera recuperan su actividad, y el micelio y las esporas producidas invaden los órganos recién formados. El desarrollo de la enfermedad se produce cuando la brotación coincide con continuos días de lluvia o bruma y temperaturas frescas por encima de 10ºC. En plantaciones con un nivel importante de órganos afectados por la enfermedad, en la primera parte de la primavera, es frecuente que se produzcan infecciones de frutos a partir del envero, manifestándose los síntomas en la recolección o incluso en el almacén. 

Terapéutica:

Los tratamientos para controlar la enfermedad en flores y madera  parecen ser más eficaces si se realizan entre los estados fenológicos D y H. En el otoño, con el 50 y el 100% de hojas caídas, es recomendable realizar sendos tratamientos con algún producto cúprico.

 

MANCHA OCRE (Polystigma fulvum Pers. ex DC. 1815)

Polystigma fulvum Pers. ex DC.–forma perfecta– pertenece a los Polystigmatales y produce una enfermedad importante en el almendro.

Sobre las hojas de los árboles enfermos aparecen unas manchas irregulares de 1 a 3 cm. de diámetro, de color variable: amarillentas al principio, después ocres o rojas y finalmente negras. Las hojas parasitadas caen prematuramente, sobre todo en las campañas secas y con temperaturas elevadas, provocando con ello una debilidad generalizada del árbol.

Hoja de almendro con manchas ocres, rojas o negras, orladas, típicas de la enfermedad. Autor del dibujo: © Diego Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

El hongo sobrevive en las hojas enfermas y caídas al suelo. En ellas se forman las peritecas que, al final del invierno, después de las lluvias, proyectan sus esporas e infectan las hojas jóvenes. A partir de ese momento, cuando existe la fase asexual, se forman los picnidios capaces de provocar sucesivas reinfecciones secundarias. El desarrollo de la enfermedad se relaciona con periodos lluviosos después de la floración.

Terapéutica:

Los autores que tratan de esta enfermedad afirman que para controlarla es recomendable tener protegida la vegetación con un específico autorizado desde la caída de pétalos hasta un mes después.

 

ABOLLADURA (Taphrina deformans (Berk.) Tulasne)

Taphrina deformans (Berk.) Tulasne es una especie fúngica, perteneciente a los Taphrinales, que desarrolla enfermedades en frutales de hueso y almendro, habiéndose determinado que existen dos formas especializadas: Taphrina deformans (Berk.) Tulasne var. persicae Schneider que se establece sobre melocotonero y nectarina, y Taphrina deformans (Berk.) Tulasne var. amygdali Schneider  sobre almendro.

Hoja con abombamientos y rugosidades de color rojizo provocados por el desarrollo de la enfermedad. Autor del dibujo: © Diego Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

  

Las hojas afectadas por el parásito presentan unas extraordinarias rugosidades y abombamientos de color amarillo o rojizo, síntomas que aparecen en los primeros momentos de la brotación, desapareciendo generalmente después, cuando estas hojas se caen prematuramente en primavera o a principios de verano.

Las esporas producidas por el hongo se refugian en las yemas en formación y, cuando éstas brotan en la primavera siguiente, el hongo se desarrolla paralelamente en el parénquima de las hojas jóvenes. Una humedad relativa alta y una temperatura de alrededor de 20ºC son condiciones favorecedoras de la enfermedad, aunque ésta es endémica y suele acompañar a todas las plantaciones durante todos los años, a menos que se intervenga con algún anticriptogámico.

Terapéutica:

Las publicaciones que tratan sobre esta enfermedad aconsejan que para evitar su aparición es recomendable aplicar un específico autorizado entre los estados fenológicos C y D y otro a la caída de los pétalos (Estado G). En el otoño, cuando haya caído el 50% de las hojas y después de que lo haya hecho el 100% es recomendable dar sendos tratamientos con algún producto cúprico.

 

CHANCRO DE LAS RAMAS (Phomopsis amygdali (Del.) Tuset et Portilla)

Phomopsis amygdali (Del.) Tuset et Portilla. Esta especie fúngica, perteneciente al orden de los Sphaeropsidales, desarrolla enfermedades en frutales de hueso y almendro.

En los brotes de un año, poco tiempo después de la brotación, aparecen alrededor de las yemas unas manchas ovaladas, como ojales, de color marrón, situadas preferentemente en la base del brote, y en las cuales se pueden apreciar, con ayuda de una lupa, unas masas filamentosas blancas que son los cirros de esporas del hongo. A partir de estas manchas o chancros el brote se suele secar en toda su longitud.

Brote seco que siempre aparece a partir de unas manchas ovaladas llenas de masas filamentosas. Autor del dibujo: © Diego Del Moral Martínez (Del Moral-De la Vega et al., 2007)

El hongo sobrevive en los chancros que produce en la madera. En otoño, cuando la caída de las hojas coincide con precipitaciones, el hongo produce abundantes esporas y éstas, arrastradas por el agua, penetran preferentemente por las heridas que se hacen en la base de las yemas al desprenderse las hojas. La infección se produce y queda latente. En la primavera siguiente, coincidiendo con la brotación, se manifiesta la enfermedad con la aparición de nuevos chancros, en los cuales se observan abundantes masas de esporas, principalmente en primavera y otoño, siendo estas últimas, generalmente, las encargadas de propagar la enfermedad.

Terapéutica:

A partir del momento fenológico D es recomendable tener protegida a la vegetación durante un mes. En el otoño, con el crecimiento último del año (veranillo de San Miguel), es conveniente dar un tratamiento, preferiblemente con una materia activa sistémica; más tarde, cuando el 50% y el 100%  de las hojas hayan caído se darán sendos tratamientos, siendo muy eficaces, en estos momentos, los derivados cúpricos.

 

TRATAMIENTOS QUÍMICOS/BIOLÓGICOS:

Los productos fitosanitarios a aplicar pueden consultarse en el Registro de Productos Fitosanitarios disponible en la web del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España (http://www.mapama.gob.es/es/agricultura/temas/sanidad-vegetal/productos-fitosanitarios/registro/productos/conaplipla.asp) siempre teniendo en cuenta el aviso que el propio Organismo Oficial hace constar:

“La información sobre productos fitosanitarios y empresas fabricantes contenida en esta página tiene carácter meramente informativo. La Subdirección General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal realiza los máximos esfuerzos para evitar cualquier error en los contenidos que pudieran aparecer, pero no garantiza la exactitud ni la puesta al día de la información, ni asume ninguna responsabilidad al respecto.

Para una información actualizada puede contactarse a través del correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.”

BIBLIOGRAFÍA:

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Lozano Tomás, C. Mª, Pardo Modrego, A. P., & Núñez Seoane, E. (2018). La avispilla del almendro Eurytoma amygdali Enderlein. Informaciones técnicas 2/2018. Centro de Sanidad y Certificación Vegetal. Dirección General de Alimentación y Fomento Agrolimentario. Gobierno de Aragón.

 

Melgarejo Nárdiz, P., García-Jiménez, J., Jordá Gutiérrez, M. C., López González, M. M., Andrés Yebes, M. F., & Duran-Vila, N. (2010). Patógenos de plantas descritos en España. Editorial Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

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