La mosca blanca espinosa de los cítricos, Aleurocanthus spiniferus, plaga polífaga que el año pasado apareció por primera vez en Francia, ya está presente en 28 municipios y se ha encontrado en una veintena de especies vegetales.
La última actualización de las autoridades francesas confirma que este díptero procedente del sudeste asiático se ha extendido a nuevos municipios, como Montpellier, y afecta a una veintena de plantas; entre ellas, cítricos, granado, caqui, vid, manzano, peral, membrillo, níspero y plantas ornamentales como hiedra, árbol de Judas, magnolia, sauce gris, aralia, pimienta de Sichuan, madreselva, árbol de la seda, clemantis y rosa.
Las autoridades fitosanitarias francesas establecieron las zonas demarcadas, alrededor de los puntos donde se verificó la presencia de la mosca, que comprenden la zona infestada y una zona tampón de 2 km. En ellas, se están intensificando los muestreos y adoptando medidas de erradicación, como la eliminación del material vegetal infestado y los tratamientos fitosanitarios.
La mosca blanca espinosa de los cítricos afecta a un centenar de especies vegetales pertenecientes a 38 familias diferentes. Está considerada como una de las especies de aleiródidos más destructivas de los cítricos en Asia tropical y la séptima plaga en importancia en cítricos en Japón, Australia y Hawai. En 2008 fue localizada por primera vez en Europa, en la provincia italiana de Lecce. Actualmente, también está presente en Grecia, Croacia, Montenegro y Albania, lo que demuestra que las condiciones climáticas de la cuenca mediterránea tampoco impiden su establecimiento. Además, la gran disponibilidad de hospedantes, sobre todo cítricos, hace que el riesgo de establecimiento en España sea muy alto.
Las poblaciones de A. spiniferus se encuentran localizadas principalmente en el envés de las hojas de las plantas afectadas. Este insecto provoca un debilitamiento generalizado de sus hospedantes como consecuencia de la extracción de savia, que a su vez induce alteraciones fisiológicas y morfológicas. El principal daño está asociado a la gran cantidad de melaza secretada, que actúa de sustrato para el crecimiento de negrilla. Estos hongos recubren las hojas y las ramas de los árboles, lo que reduce su capacidad fotosintética y produce defoliaciones, fenómenos que en conjunto debilitan al árbol y pueden llegar a afectar gravemente a la producción. El desarrollo de negrilla también puede reducir significativamente el cuajado de los frutos, además de ocasionar la depreciación del valor comercial de los frutos ya cuajados.