Investigadores de las 31 instituciones de catorce países de Europa, América y Australia que participan en el proyecto BeXyl se han reunido en la localidad francesa de Angers para dar a conocer los avances de los grupos de trabajo en el ecuador de esta iniciativa, dos años después de su puesta en marcha.

El proyecto BeXyl (Beyond Xylella, integrated management strategies for mitigating Xylella fastidiosa impact in Europe – Más allá de Xylella, estrategias de gestión integrada para mitigar el impacto de Xylella fastidiosa en Europa) cuenta con una inversión de 7 millones de euros del programa Horizon Europe, una duración prevista de cuatro años y está coordinado por Blanca B. Landa, investigadora del Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAS-CSIC) y presidenta de la Sociedad Española de Fitopatología. “El proyecto BeXyl tiene como objetivo fomentar la investigación y la innovación y proporcionar estrategias para prevenir y controlar el patógeno prioritario de cuarentena Xylella fastidiosa”, señala Landa, quien destaca la importancia “de trabajar conjuntamente y desde una perspectiva multidisciplinar en el control de esta bacteria”.

Los responsables de los distintos grupos de trabajo han presentado, durante la Asamblea General del proyecto celebrada en Angers, los avances realizados en los dos primeros años. Así, se ha ampliado el conocimiento sobre las plantas hospedadoras y la capacidad de infección sobre ellas por las distintas subespecies de X. fastidiosa, y se ha avanzado en varias estrategias exitosas desarrolladas en el proyecto para la vigilancia, detección temprana y seguimiento de las infecciones en la planta, mediante modelos de propagación, métodos de diagnóstico digital (PCR) o la detección olfativa con perros. Además, se ha desarrollado un equipo de termoterapia para llevar a cabo diversos tratamientos térmicos que van a permitir obtener plantas en los viveros libres de infección por X. fastidiosa, asegurando al mismo tiempo su viabilidad y ausencia de alteraciones.

Asimismo, para identificar material resistente al patógeno, se han seleccionado variedades de olivo y almendro que puedan ser utilizadas en nuevas plantaciones y como material parental en programas de mejora, se han identificado agentes de control biológico para luchar contra los vectores que trasmiten la bacteria y se han definido acciones sobre la cubierta vegetal de los cultivos para reducir las poblaciones de dichos insectos.

Con los resultados de BeXyl, se están definiendo esquemas para el desarrollo de Programas GIP específicos para X. fastidiosa en la UE

También se han seleccionado componentes de comunidades sintéticas de bacterias, péptidos antimicrobianos y fagos bacterianos que pueden contribuir a reducir la actividad de la Xylella en el interior de la planta. “Con todos estos resultados, se están definiendo esquemas para el desarrollo de Programas de Gestión Integrada de Plagas (GIP) específicos para X. fastidiosa en la UE. Además, se están desarrollando diversos estudios en campo, modelos y encuestas que puedan delimitar el impacto socioeconómico y ecológico de la propagación de las enfermedades causadas por esta bacteria”, apunta Landa.

Estas últimas líneas de trabajo se continuarán con mayor énfasis en los dos años restantes del proyecto, para mitigar el impacto de los brotes actuales del patógeno desde el punto de vista científico, técnico y económico. La contención y el control de la bacteria y sus vectores contribuirán a que los sectores agrícola y forestal sigan siendo productivos y sostenibles a largo plazo en todo el mundo. En este sentido, la investigadora del IAS-CSIC hizo hincapié en que, “de cara a los dos próximos años, y siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea, se va a incrementar la cooperación y coordinación entre los paquetes de trabajo, se procurará el uso del Acceso Abierto en todas las publicaciones de BeXyl y se enfocarán los esfuerzos de divulgación y comunicación hacia los grupos de colaboradores y actores implicados más significativos”.

La próxima asamblea tendrá lugar en Girona, en otoño de 2025, y la definitiva será un año después en Apulia (Italia), en la región más castigada por esta enfermedad en Europa. Esta asamblea final del proyecto, en la que se presentarán los resultados más importantes, coincidirá con la Conferencia Internacional de Xylella, organizada con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).