Inició su actividad profesional como técnico en una empresa de distribución de fitosanitarios desde donde en 1982, pasó al Instituto Técnico y de Gestión del Cereal (ITGC), en el momento de su constitución. Aquí, desde el principio se especializó en el empleo de los herbicidas en los cultivos de cereal de invierno, en donde ya tenía experiencia y había realizado numerosos ensayos llegando a ser referente nacional. Se ocupó de poner en marcha el equipo de protección de cultivos destacando la experimentación con herbicidas en otros cultivos extensivos como maíz, colza, girasol, leguminosas y numerosas hortícolas tradicionales en los regadíos de Navarra. Gran conocedor de los fitosanitarios, no descuidó ningún aspecto de la sanidad vegetal, plagas y enfermedades, en los cultivos anteriores y sobre todo en frutales. Esta labor investigadora se trasladaba a los agricultores de Navarra asociados, tanto a de manera directa por medio de los asesores en las cooperativas como del Boletín de Agricultura que coordinó durante muchos años y las publicaciones en la revista Navarra Agraria. Acompañado de un gran equipo, en 1987, puso en marcha la Estación de Avisos de plagas y enfermedades a partir del seguimiento sistemático del desarrollo de los cultivos y la instalación de trampas de monitoreo. Esta herramienta, hoy en día, es indispensable en la lucha integrada de plagas y enfermedades. Fue un pilar indispensable en la puesta en marcha de las normativas de producción integrada de Navarra. Dedicó la mayor parte de su actividad profesional en INTIA (antes ITGC e ITGA) hasta su jubilación en 2012.