En el presente trabajo se ha evaluado durante 2 años consecutivos el grado de eficacia de cubiertas agrotextiles en el control de mosca blanca, pulgones y virus en cultivos de lechuga y bróculi en la Comunidad de Madrid y Navarra, respectivamente. También se ha estudiado su efecto sobre el rendimiento y valor comercial del cultivo. Los resultados indican que este tipo de cubiertas puede producir un efecto beneficioso en el cultivo durante el periodo más frío del año (final del otoño al inicio de primavera), reduciendo en algunos casos el daño cosmético producido tanto por pulgones como por mosca blanca. Sin embargo, en caso de no ser retiradas a tiempo, los efectos de las cubiertas pueden ser negativos en cultivos de lechuga, debido a una inducción prematura de floración y reducción del peso por planta.

La mayor parte de la superficie de lechuga y bróculi se cultiva al aire libre en nuestro país. Concretamente, existen en la actualidad unas 33,000 hectáreas de lechuga que representan aproximadamente un total de 1 millón de toneladas al año, de las cuales el 50% se destinan a exportación (ANÓNIMO, 2002). En el caso del bróculi y coliflor, la producción es menor (alrededor de 350.000 t/año), pero una gran parte se destina también a la exportación. El cultivo de lechuga se reparte por toda la geografía española, destacando las Comunidades Autónomas de Murcia, Andalucía y Cataluña mientras que el cultivo de bróculi se concentra principalmente en Navarra (5.530 ha) y Murcia. (ANÓNIMO, 2002; ANÓNIMO, 2004). Este tipo de hortícolas cultivadas al aire libre están expuestas al ataque de numerosas plagas. Entre los agentes que producen un mayor daño en lechuga y crucíferas cultivadas destacan los insectos homópteros, constituyendo los pulgones (Hemiptera: Aphididae) el grupo de mayor importancia. Aunque son pocas las especies de pulgones que colonizan este tipo de cultivos, sin embargo son muchas las que son capaces de transmitir virus.

Estos insectos, además de provocar importantes daños como vectores de virus en lechuga y bróculi, son responsables de daños directos de gran repercusión económica. Los daños que causan las especies colonizadoras son principalmente de tipo cosmético, debido al rechazo que crea en el mercado su presencia en la planta con la consiguiente pérdida de valor comercial (NEBREDA et al., 2004). Por todo ello los pulgones son considerados como la más seria plaga de lechugas al aire libre en toda Europa (PARKER et al., 2002). Entre las posibles alternativas de control de vectores y de las virosis transmitidas por estos se encuentra la utilización de barreras físicas que impidan el paso de insectos virulíferos (ANTIGNUS y COHEN, 1993), y dentro de ellas, la utilización de cubiertas flotantes (AVILLA et al., 1996). Las cubiertas agrotextiles consisten en una manta textil normalmente de polipropileno muy permeable a la luz y al agua que se coloca de forma flotante sobre las líneas de cultivo sin ningún tipo de soporte y sujetándola al suelo tan solo por su perímetro mediante unas pequeñas grapas metálicas (Foto 1) o aporcando con tierra con aperos específicos. En un primer momento el objetivo de su uso fue la obtención de mejoras en el rendimiento y calidad de cultivos hortícolas (WELLS y LOY, 1985), por las ventajas agronómicas que le confieren al cultivo: protección contra el frío, precocidad, inhibición de la floración prematura, etc (AVILLA et al., 1996).

Más tarde, se planteó su uso para impedir el paso de insectos vectores de virus después de que Natwick y Durazo (1985) realizaran un primer estudio y demostraran su gran eficacia en el control de mosca blanca y de los virus transmitidos por este insecto en cultivo de melón. Desde entonces se han realizado varios estudios que han puesto de manifiesto la utilidad de las cubiertas agrotextiles en el control de plagas y virosis en diversos cultivos: melón (PERRING et al., 1989; WATERER, 1993), tomate (GÓMEZ et al., 1990), cucurbitáceas (WEBB y LINDA, 1992), pimiento (AVILLA et al., 1996), lechuga y col (DE MIGUEL, 1993; EVANS et al., 1997). El objetivo del presente trabajo fue evaluar el impacto de los agrotextiles colocados en dos fechas distintas (T1 y T2) sobre las poblaciones de pulgones, mosca blanca y virosis asociadas a lechuga y bróculi.  

 

Materiales y métodos

Se realizaron 4 ensayos en fincas comerciales durante los años 2001 y 2002 en 2 localidades distintas. Dos de estos ensayos se llevaron a cabo en una finca comercial dedicada al cultivo de lechuga en la localidad de Navalcarnero (Madrid) y los otros dos se realizaron en Ribaforada (Navarra), sobre cultivo de bróculi. En ambos casos, los ensayos se realizaron tanto en cultivos de otoño (2001) como de primavera (2002) empleando una superficie total de 18 x 46 m.

En los cuatro ensayos el diseño experimental fue de 4 bloques al azar con 4 repeticiones por bloque y un solo factor, empleando un tamaño de parcela elemental de 10 x 2 m (100 plantas/parcela) y dejando suficiente espacio alrededor de cada parcela para eliminar el efecto borde (Foto 2). Los 4 tratamientos empleados fueron: a. parcelas tapadas con agrotextil durante un periodo determinado (T1); b. parcelas tapadas con el mismo agrotextil durante otro periodo determinado (T2); c. parcelas no cubiertas y tratadas con agroquímicos según las prácticas habituales de la finca (ST) y d. parcelas sin tratar y sin cubrir (SS), que fueron empleadas como testigo.

Se usó la marca comercial de cubierta Reicrop®, que es un agrotextil no tejido formado por fibras de polipropileno soldadas térmicamente con un peso de 17 g/m2 y con una buena permeabilidad, tanto al agua como al aire. Las cubiertas se colocaron manualmente sujetándolas en sus bordes con grapas metálicas para no ser arrastradas por el viento. Se evaluó la presencia de virus en planta con el fin de estudiar la eficacia del agrotextil como barrera al paso de insectos vectores de virus. Para ello, se tomaron 10 muestras de plantas seleccionadas al azar en cada parcela experimental (un total de 160 muestras) y se analizaron mediante ELISA usando anticuerpos monoclonales y policlonales específicos contra los virus que aparecen con frecuencia infectando bien lechuga o bróculi en España: Beet western yellow virus (BWYV) (Loewe), Cauliflower mosaic virus (CaMV) (Agdia), Cucumber mosaic virus (CMV) (Agdia), Alfalfa mosaic virus (AMV) (Loewe), Lettuce mosaic virus (LMV) (Agdia, Bioreba y Loewe).

Además todas las muestras se analizaron también con un anticuerpo monoclonal específico para el género Potyvirus (Agdia). El procedimiento utilizado fue el DAS-ELISA (CLARK y ADAMS, 1977) con excepción del empleado para los Potyvirus con el que se siguió el protocolo de un ELISA indirecto (KOENING, 1981). Para conocer el efecto del agrotextil sobre las poblaciones de pulgones y mosca blanca asociados a cultivos de lechuga y bróculi, se observo la densidad en planta y se calculó el porcentaje de plantas ocupadas con pulgones y/o mosca blanca para cada tratamiento y parcela experimental. Para ello se tomaron 10 plantas al azar por parcela realizando un muestreo en zig-zag siguiendo la metodología descrita por Flint y Clarck (1987).

El muestreo de insectos se llevó a cabo con una periodicidad semanal durante todo el ciclo de cultivo y en las parcelas SS y ST y desde su retirada hasta la recolección del cultivo en las parcelas cubiertas con agrotextil. Al final del ciclo de cultivo se procedió, tras la recolección, a determinar el peso por planta recolectada tomando un total de 10 plantas de lechuga (10 cabezas en el caso del bróculi) en cada una de las parcelas de los cuatro tipos de tratamientos. Para determinar el peso comercial se emplearon solo plantas que, según el criterio del agricultor, cumplieran todos los requisitos para ser comerciales, es decir, que se encontrasen entre unos márgenes de peso determinados y no presentasen ningún daño externo (manchas necróticas, golpes, etc...).

Los datos de densidad poblacional y porcentaje de plantas ocupadas por pulgones y/o mosca blanca, de rendimiento del cultivo de lechuga y bróculi (peso/planta) y de porcentaje de plantas infectadas con virus se analizaron mediante un análisis de la varianza (ANOVA) para un solo factor, con un nivel de significación de P=0.05. Las pruebas de comparación de medias se realizaron mediante la prueba de mínimas diferencias significativas de Fisher (test LSD de Fisher). Los análisis estadísticos fueron realizados utilizando el paquete estadístico SPSS® para Windows (versión 11.5).

Ensayos en lechuga

El ensayo en el ciclo de otoño se realizó en lechuga variedad "Cazorla", entre el 21 de Septiembre y el 31 octubre de 2001. Los agrotextiles se colocaron los días 21 de septiembre y 8 de octubre, 2 semanas (T1) y 4 semanas (T2) después del transplante, respectivamente, y se levantaron al final del ciclo, justo antes de la recolección. Antes de cubrir las parcelas con el agrotextil se realizaron las labores agrícolas habituales del cultivo al aire libre. Antes del transplante se aplicó un abonado de fondo y un tratamiento con un fungicida de amplio espectro (Kenolex 50 WG®, procimidona al 50%) a una dosis de 1 kg/ha. Todas las parcelas fueron tratadas el día 21 de septiembre con un insecticida de amplio espectro: Dursban 48® (clorpirifos 48 %) a una dosis de 800 cc/ha.

El ensayo de primavera se llevo a cabo entre el 26 de febrero y el 7 de mayo de 2002 sobre lechuga de la variedad "Aitana". Los agrotextiles, en este caso, se colocaron todos en la misma fecha (26 de febrero) inmediatamente después del transplante y se retiraron en dos fechas diferentes 9 de abril (T1) y 23 de abril (T2). Antes de colocar los ocho agrotextiles se trató las parcelas con un herbicida de amplio espectro específico de lechuga: Kerb Flo® (propizamida 40%) a una dosis de 3.75 Kg/ha, y con un insecticida: Malafin®, (malation 44%) a una dosis de 1 l/ha.

Ensayos en bróculi

El ensayo durante el ciclo de otoño comprendió desde el 8 de octubre de 2001 al 15 de marzo de 2002 y se hizo sobre la variedad de bróculi "Maratón". Justo antes de colocar los agrotextiles se trataron las parcelas con Confidor 20 LS® (imidacloprid 20%) a una dosis de 400 cc/ha y con Bacillus thuringiensis kurstaki (Bt) (Foray 48 B®) a una dosis de 1 l/ha. Los agrotextiles se colocaron todos en la misma fecha (3 días después del transplante) y se retiraron en dos fechas diferentes: 16 de noviembre de 2001 (T1) y al final del cultivo, 15 de marzo de 2002 (T2).

El ensayo de primavera, se siguieron prácticas culturales similares y se empleo la misma variedad de bróculi al ensayo de otoño. El transplante del cultivo se realizo el día 12 de marzo y la cosecha el día 23 de mayo. Los agrotextiles se implantaron 3 días después del transplante (15 marzo 2002) tratándose previamente las parcelas con los mismos productos fitosanitarios a los empleados en el otoño Las cubiertas fueron retiradas el día 8 de mayo en el tratamiento T1 y el día 23 de mayo en el tratamiento T2, justo antes de la recolección.

 

Resultados y discusión

 

Ensayos en lechuga

En el ensayo de otoño de lechuga se detectó la presencia mayoritaria de LMV y otros potyvirus no identificados. También fueron detectados BWYV, CMV y AMV. Estos resultados son coherentes con estudios previos realizados en los que LMV fue el virus más frecuentemente detectado en prospecciones de lechuga y BWYV uno de los mas abundantes en brásicas cultivadas en nuestro país (MORENO et al, 2004). Los resultados indicaron que no existían diferencias significativas en cuanto al número de plantas infectadas con virus entre los distintos tratamientos empleados en el ensayo (F=0.684; P=0.5788), probablemente debido a que la tasa de infección fue muy baja (3% del total de las plantas empleadas en el ensayo).

Otra posible causa de la falta de protección de las cubiertas frente a virus puede estar relacionada con la existencia de vuelos de pulgones virulíferos antes del establecimiento de los agrotextiles. Los datos de capturas de pulgones alados con trampas Irwin de baldosa verde (IRWIN, 1980) en el lugar del ensayo antes de colocar las cubiertas apoyarían esta hipótesis (NEBREDA et al., 2004). Por otro lado, en el caso de LMV, una buena parte de las plantas infectadas lo hubieran estado ya en su estado de semilla antes de proceder al transplante como pudimos observar en otros ensayos realizados en la misma finca.

La hipótesis de que el virus lo adquirieran en el semillero es poco probable, ya que muestreos posteriores en la misma finca en el verano de 2002 descartaron la presencia de pulgones en los invernaderos destinados a producción de plántula. Tampoco se obtuvo un beneficio en este ensayo en cuanto al peso de la lechuga tapada con agrotextil, ya que las lechugas mantenidas sin cubrir y sin tratar (testigo) resultaron tener un peso significativamente superior al de las lechugas protegidas con cubierta (Tabla 1).

Este resultado inesperado puede estar relacionado con el exceso de temperatura que sufrieron las lechugas mantenidas bajo cubierta especialmente en el mes de septiembre, lo que se tradujo en una subida a flor prematura en la fase final del ensayo. En resumen, se puede decir que en este primer ensayo la implantación de los agrotextiles no supuso ningún beneficio para el cultivo. En el cultivo de lechuga de primavera del 2002 se observó claramente un desarrollo vegetativo mucho más precoz en las plantas tapadas con agrotextil que en el testigo, acortando su ciclo vegetativo en al menos 2 semanas. Este incremento en el desarrollo y peso unitario de las plantas fue significativamente mayor en las parcelas donde el agrotextil se retiró antes (T1) que en las parcelas donde estuvo colocado hasta la recolección (T2) (1,155 ± 0,07 vs. 0,819 ± 0,07; F=3,783; P=0,04). Esto viene a confirmar el efecto negativo antes comentado de las mantas en épocas de altas temperaturas y demuestra las ventajas que confieren a la planta en los meses más fríos. Las plantas bajo cubierta alcanzaron un tamaño mucho mayor al final del ciclo pero en este caso el análisis de las muestras tomadas en ningún caso detectaron la presencia de LMV en la parcela de ensayo. Sí se observó una incidencia notable de la "podredumbre del cuello" o sclerotinia (Sclerotinia minor (Jagger) y S. sclerotiorum (Lib.)), alcanzándose un 5% de bajas en plantas que murieron como consecuencia del hongo. La incidencia del hongo fue similar en todos los tratamientos.

No se encontraron diferencias significativas entre tratamientos en cuanto a la densidad poblacional media por planta de formas ápteras de las especies colonizantes (Nasonovia ribisnigri y Macrosiphum euphorbiae) (Tabla 2). Sin embargo, el porcentaje medio de plantas ocupadas con al menos un pulgón siempre se mantuvo por debajo en las plantas cubiertas con agrotextiles con respecto al testigo sin cubrir y sin tratar (Figura 1), aunque en el momento de la cosecha los porcentajes de ocupación fueron similares (T1=90%; T2=97.5%; SS=100%) (Tabla 3).

Esta diferencia entre tratamientos resultó mucho más marcada en el momento de retirar los agrotextiles T1 (9 de abril). Este resultado parece indicar que además de aumentar la precocidad se consigue reducir el número de plantas ocupadas con pulgones de forma significativa siempre que se puedan cosechar las plantas justo después de retirar las cubiertas agrotextiles.

Ensayos en bróculi

En el ensayo de otoño de bróculi realizado en Ribaforada (Navarra), las plantas tapadas con agrotextil presentaron también un desarrollo vegetativo mucho más precoz, acortando su ciclo vegetativo de forma evidente. En este ensayo se produjeron roturas de las cubiertas debido a los fuertes vientos que soplaron en la zona de mas de 50 km/h desde mediados de noviembre. Esto dificultó la realización de los muestreos desde ese momento.

En este ensayo fueron observadas esporádicamente formas ápteras de pulgones (Myzus persicae y Brevycoryne brassicae) desde el inicio del transplante tanto en las parcelas tratadas con agroquímicos como en las no tratadas y sin cubrir (testigo). El porcentaje medio de plantas ocupadas con pulgones en las parcelas testigo alcanzó un máximo del 35% el día 30 de octubre. La presencia de Aleyrodes proletella L. (Foto 3) fue mucho más abundante, alcanzándose un 100% de ocupación el 30 de octubre, que se mantuvo hasta el final del ensayo. Al final del cultivo, y debido a que las parcelas con agrotextil estuvieron destapadas durante un periodo largo de tiempo por las roturas ya mencionadas, no se observaron diferencias significativas en cuanto al porcentaje de plantas ocupadas con mosca blanca o con pulgones. La cosecha no se pudo cuantificar debido a las heladas registradas en diciembre que impidieron obtener un producto comercial.

Sin embargo, sí se pudo cuantificar las plantas con síntomas de virus, que posteriormente se relacionaron con la presencia de CaMV, BWYV o CMV, según los resultados obtenidos mediante test ELISA. La tasa de infección (según sintomatología) se situó en torno al 22% en las parcelas testigo y entre un 16-18% en las parcelas tapadas con agrotextil. En este caso, la infección pudo estar relacionada con la presencia de pulgones en las plantas, dado que M. persicae fue la especie más abundante sobre el cultivo y además es uno de los vectores más eficientes de los virus mencionados (KENNEDY et al., 1962). Los niveles de infestación por mosca blanca y pulgones fueron mucho más bajos en el cultivo de bróculi en primavera.

Durante los muestreos no se supero el 42% de plantas ocupadas con mosca blanca (25 de abril) y un nivel muy bajo de pulgones (un máximo en torno al 10% de plantas ocupadas el 21 de marzo, que posteriormente descendió por debajo de niveles detectables). La incidencia de virus al final del ensayo fue despreciable, coincidiendo los resultados con los obtenidos en lechuga, donde tampoco se obtuvo infección alguna en el cultivo de primavera. En este caso, sin embargo, los rendimientos de cosecha sí fueron buenos, no encontrándose diferencias significativas entre la producción de las parcelas descubiertas con las que estuvieron cubiertas (F=2.165; P=0.114) (Tabla 4.), las cuales presentaron una producción en torno a 500 g/cabeza de bróculi. Cabe destacar en este ensayo de primavera una mayor incidencia (hasta 5 veces mayor) de puestas de mosca blanca en las parcelas testigo que en las tapadas con agrotextil al final del ciclo del cultivo.

El porcentaje de plantas ocupadas con al menos una puesta de A. proletella fue del 35% en las parcelas testigo frente a tan solo el 7.5% en las parcelas cubiertas durante el periodo T1 (Tabla 5). Esta disminución en el número de puestas puede ser un dato importante a tener en cuenta, debido a que el principal problema que presenta el bróculi en esta zona tiene su origen en el rechazo que produce en el mercado la aparición en la cabeza de la planta de adultos de mosca blanca procedentes de puestas realizadas antes del proceso de lavado y envasado y que emergen con el producto ya expuesto a la venta.

 

Conclusiones

El uso de cubiertas agrotextiles en cultivos de lechuga y bróculi resulta beneficioso en los meses más fríos por su acción aceleradora en el ciclo vegetativo de la planta, pero deben ser retiradas antes de que las temperaturas aumenten y se produzca una subida a flor prematura perdiendo de esa manera su valor comercial. No se ha observado un descenso del porcentaje de plantas infectadas por virus en ninguno de los dos cultivos en estudio en las parcelas cubiertas con agrotextil, si bien la incidencia de los mismos fue baja en todos los ensayos.

Los agrotextiles pueden reducir, sin embargo, el porcentaje de plantas de lechuga ocupadas con pulgones, siempre y cuando la recolección del cultivo se realice inmediatamente después de la retirada de la manta. En este sentido, es imprescindible que el cultivo este libre de pulgones en el momento de colocar la cubierta, puesto que de lo contrario su efecto puede ser negativo por actuar la manta como jaula de exclusión de parasitoides y depredadores.

En el cultivo de bróculi de primavera se ha observado un claro beneficio en cuanto al control de la mosca blanca A. proletella, ya que el número de puestas fue claramente inferior bajo las cubiertas que en las parcelas sin cubrir, ventaja que podría permitir reducir de forma ostensible el daño cosmético producido por esta plaga.

 

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